viernes, 26 de mayo de 2017

Mapa

Me encantan los mapas. No sé leer mapas. Me fascina mirar un mapa aunque me siento pequeña en un mapa. NO sé leer los mapas. Me pierdo en los mapas. Tengo suerte de ir con gente que entiende de mapas. Alguna vez al estar con alguien que no entiende de mapas como yo, interpretamos cosas que no están escritas en los en mapas. Y te ríes, y te discutes, y te vuelves a reír. Pero que voy hacer si yo me oriento mal en los mapas.

 Aunque si hablamos de orientación, en general me cuesta. Sí, he dicho aquello de, un día iré de turista por Barna para descubrirla, me ha faltado añadir me perderé.   Y digo yo, la orientación, el sentido de la orientación de qué depende?


Como  copiloto soy un desastre aunque no tener el carnet de conducir tampoco ayuda. Mis indicaciones son de esas de: no, no, ésta no, la siguiente, para allá (mientras señalo con la derecha hacia la izquierda) un drama, un estrés. Porque, es a mi sola que cuando  tengo que contestar  a la pregunta de tu derecha, hago el gesto de escribir???
Y ese sudor, cuando alguien te pregunta por una calle que conoces, pero claro, no le puedes contestar con tus: tira para allá  y gira después por la otra, sin más indicación, sin más dilatación y sin más pistas.
Y claro luego está el Google Maps, que podría ser más fácil porque te habla, pero a mi me pone más nerviosa, me asusta, porque habla cuando menos te lo esperas y te habla de metros, con lo fácil que seria que dijera: ahora, aquí, gira ahora!!!!
Me río de misma porque en el fondo creo que esa orientación me va igual en las coreografías, que no hago muchas claro, pero izquierda, izquierda, derecha, derecha, sólo me sale con la Yenka.

Pero yo insisto con los mapas, porque me encantan, y los mapamundis los que más. Ahí si que me siento diminuta. Y en esos, tan grandes sí que me sé orientar. Porque ir de un país a otro no tiene perdida, bueno a veces sí, a veces hay alguna pared que lo impide… y tienes que ir por mar, y puede que no llegues… pero de esas paredes hablaremos otro día.
Avui és divendres, pessigolles per tothom!

jueves, 11 de mayo de 2017

Contradicció


Tinc el cabell arrissat i em passo la planxa. Contradicció. Quan fa calor ens queixem de suar. Volem fresqueta. Contradicció. No m’agrada la pluja si he de sortir. No m ‘agrada dur paraigües. Però es clar, l’he de agafar. Contradicció. Si ens agrada algú no li diem res, no sigui cas que es pensi que ens agrada i marxi. Contradicció.
 Quan fa fresqueta ens queixem de dur jaqueta, volem suar. Contradicció. Venen ulleres sense graduació, és moda. I te les poses encara que no tinguis diòptries. Contradicció. No, estupidesa. Si et dic que no pensis en porc groc, hi penses. Contradicció. No estem d’acord, ens pregunten si estem d’acord. Diem que sí. Contradicció. 
De vegades sóc contradicció. A mi m’agrada la coherència, encara que moltes vegades la lògica em deshidrata. I mira que quan la contradicció ataca la veig venir. La noto, però no hi faig res. Surt i actua

Que vull anar a dormir a les deu, a las deu i mitja dic en veu alta: va deu minuts més. Hi ho dic com si algú m’ho obligués anar a dormir a les deu. Contradicció, perquè tinc molta son. He de dir que la contracció que més m’agrada és la de: estic tipa, no vull postres, però demano. Contradicció golafre.
Les contradiccions poder ser romàntiques, simpàtiques, nervioses i inclús maques. L'ésser humà és contradictori per naturalesa malgrat que ho dissimula molt bé. 

Tinc ganes de saber de tu i no sé qui ets. Dolça contradicció.
Avui és divendres, i tenim pessigolles!