jueves, 23 de febrero de 2017

La primera vez


Todo, todo, tiene una primera vez. Y esa vez te deja un recuerdo. Enumerar primeras veces puede que nos active sonrisas, nos de un escalofrío, nos arquee las cejas o incluso nos de un repelús.

Y todo necesita de una primera vez para poder entrar en el callejero de nuestro mapa, aunque no todas las primeras se quedan, todas las primeras se recuerdan.

Hoy necesito pasear por el mapa de mis primeras, por las que me hacen sonreír, por las que me dan gusto.
El primer beso, pero no por primero, sino el primero cuando se inicia algo con alguien. Ese primer beso tiene tanta información que debería existir una foto finish de nuestra cara. Ese primer beso que te coloca automáticamente mariposas en la panza. Ese beso. Claro está que también he tenido un primer beso que me ha dejado como una estatua de sal y otros primeros que han convertido mi saliva en sudor, pero no quiero hablar de esas primeras veces.
La primera vez de ese beso es nueva aunque ya hayas besado otras veces, aunque ya te hayan invadido antes las mariposas, es nueva, de estreno y te mantiene activa la sonrisa todo el día. 

Ese beso te desborda las endorfirnas que fluyen por la sangre locas, a toda velocidad, como si llegaran tarde a una fiesta. Ese beso te estira la piel, da brillo a tus ojos y sin lavártelo, tu pelo, huele muy bien. Ese beso. Ese beso te maquilla los labios de manera natural con un tono que no existe ni en la perfumería más cara de del mundo. Y estás guapa. 

Y todo eso  la primera vez de eso beso. 
Y todo esto por recordar, para que no se me olvide. La primera vez de aquel beso.

jueves, 16 de febrero de 2017

Stripteases


Has intentado hacer un desnudo completo de ti? Un desnudo donde no te quitas la ropa, sino que te quitas, por un momento, tus salvavidas mentales. Es una sensación extraña pero a la vez da gustito, sí, da un gusto extraño. 

Y aunque no lo creas cuando haces este stripteases te salvas.

Nadie mejor que tú conoce quién eres.
Nadie mejor que tú es capaz, cual directivo de empresa de marketing, de crear campañas publicitarias en tu cabeza para venderte, a ti misma, encubrimientos, coartadas, protecciones para tapar algo que no quieres que lo demás vean, o, incluso que no quieres ver ni tu misma.
Tenemos habilidades, o no , para escondernos de nosotros mismos, para creernos algo que pensamos nos va ayudar.

Nadie mejor que tú conoce quién eres. Incluso diré qué, puede que haya zonas, rincones de ti que están tan poco iluminados que puedes intuir pero no le quieres dar protagonismo.
Haz un striptease.
Eso si, no lo hagas para lucirte delante de nadie, hazlo para ti, con tu canción preferida si quieres de fondo pero ten en cuenta que la canción te ha de gustar mucho, porque este striptease no dura diez minutos, puede llevarte un día, o dos, o tres o más…
Esta desnudez puede que por un segundo te haga sentir vulnerable, pero sólo serán unos segundos porque cuando hayas acabado de soltar, tirar, tus salvavidas, cuando sientas que no tienes protección, te habrás salvado, y quizás puedas ser más tú, o no, o algo.

Aunque puedes volver a recuperarlo todo, y ya si eso, lo intentas otro día.

jueves, 9 de febrero de 2017

Missatges


Fa dies, molts dies, vaig escoltar una conversa, sense voler, bé, poder volent. La vaig escoltar. I casi allargo el coll tant que acabo oferint la meva galta a que l’interlocutor em fes un petó....

He de dir que ell, el noi que seia al meu costat dins d’un vagó de metro, parlava per telèfon, amb un auricular.
El seu to era tranquil, suau, no molestava com d’altres converses que t'agafen ganes d'alçar-te i cridar: «que algú li baixi el volum»

El podia veure perquè estàvem tots dos representats a la finestra de davant. Als seients de davant no més hi havia una dona asseguda.
La conversa, la seva conversa, la del noi que seia al meu costat, vull pensar que la mantenia amb la seva parella, o no, potser no cal saber amb qui es comunicava.
Molt fluix li va dir a qui fos, que ell es sentia petit quan estava amb ella, però que alhora treia el millor d’ell....

No em vaig donar compte i vaig sospirar, i es clar, per dissimular, vaig tossir. I just en aquell moment, que el meu estossegar em va despistar i vaig deixar d’escoltar, vaig mirar a la senyora del davant. En una dècima de segon , la senyora, que duia les mans a les butxaques, lleugerament va alçar una mica la natja esquerra i es va tirar un pet.

Sí, un pet. Petit i ràpid però un pet. Ara jo volia riure, volia riure fort amb una riallada molt sonora, però, la senyora estava tan seria i em mirava tan fixament que vaig engolir la meves ganes de riure. Per un moment a punt d'ofegar-me vaig estar.
Amb tots aquests segons tan intensos no em vaig donar compte de què el noi ja havia marxat. Vaig tornar a mirar a la senyora, ara ella mirava sense mirar a ningú.
Em va fer ràbia perdre la conversa del noi que sentia fer-se petit quan estava amb no sé qui.

D’altre banda, tot plegat, podria tenir un sentit, un missatge, «un algo» .... i potser el missatge no estava en el noi, el missatge estava en la senyora, i potser, podria ser aquest:
les coses que tenim dintre i ens molesten hem de deixar-les anar....

Es dijous, hi ha un cel molt blau.